miércoles, 29 de octubre de 2008

Adaptación...¡espero!

Ayer tuve que madrugar para ir a clase. Esta costumbre alemana de hacer todo tan temprano me va a matar; clases a las ocho de la mañana, ¡por favor!, deberían estar prohibidas. El caso es que fui y me encontré con mi tándem Julia. Parece maja. Además, hemos decidido que no volveríamos a quedar a esas horas, lo cual se ajusta mucho más a mis espectativas. Por la tarde acudí al coloquio y despúes a tomar un café con unos colegas. Estuvo bien, todos parecen majos. Después revisé un poco mi correo y me acosté. No hay mucho más que contar; aquí en Bochum la vida transcurre de casa a clase y de clase a casa. Ojalá en casa hubiera algo que mereciera la pena. Por ahora lo único que salva mis horas en esta microcelda llamada habitación son los pocos libros que me he traído y los escasos momentos que puedo pasar chateando con mis colegas. Ojalá éstos se prodigaran más en la red. En cuanto a los libros, no he traído suficientes; pronto acabaré de leerlos y será una pequeña catástrofe. En fin, me adaptaré.

No hay comentarios: