viernes, 16 de mayo de 2008

Exámenes; el principio del fin

Ayer tuve un exámen en la EOI. Fue como un parto: predecible, ineludible y doloroso. El caso es que sólo fue uno de tantos que me quedan este curso, con la salvedad de que este fue el primero de los tres que me quitan el sueño. Los otros dos los tendré en junio y julio sucesivamente. Uno al mes, como la regla. ¿Se nota mucho que esto lo escribe una mujer?