martes, 19 de agosto de 2008

Supercabreada Osea, o cómo comerse un marrón por el vil metal

Como os podréis imaginar por el título, escribo esta entrada con un estado de ánimo bastante cercano a la mala leche. Resulta que tengo uno de esos trabajos de verano por los que te pagan una mierda, pero lo cogí igualmente porque necesitaba la pasta para poder irme a Bochum sin pedir mucha pasta a mamá. Qué le vamos a hacer, autosuficiente que intenta ser una. Y en mi trabajo de verano resulta que ha surgido un problema informático (que, según me dijeron mis compis cuando los jefes no estaban, fue causado porque algún informático marisavidillo actualizó un programa incorrectamente y que, para más inri ¡se solucionó en una hora!). Como surgió durante mi turno y, como no podía ser de otra manera viene siendo que yo soy el Último Mono, resulta que me he comido yo el marrón. Total, que hoy ha venido la Jefa Jefaza y me ha pegado la bronca. El caso es que según ella lo mío ha sido un problema de actitud (en todo caso sería un problema informático, ¿no?) y me dijo que, ya antes de hablar conmigo, había llamado a la ett que me contrata para dar parte de esa mala actitud; toma ejemplo de buena gestión de recursos humanos y de solución de problemas. Y bueno, yo no supe muy bien qué decirle porque toda aquella situación había sido engordada por la actitud de su Super-subalterno (el jefín que estaba allí en ese momento). En fin, que para terminar la faena, me ha dado por buscar el nombre de Jefa-jefaza en google y resulta que ¡en varios de los puestos en los que ha estado trabajando ha sido degradada por su actitud! Maravillas de la vida. Y si no me creéis buscad el artículo titulado "Jefa-jefaza. Flor de guerra y paz" (Obviamente omito todos los nombres)