jueves, 20 de noviembre de 2008

Soltarme un poco

Vale, ya lo sé; estoy incumpliendo flagrantemente mi propósito de escribir diariamente. Hombre, no es que no lo intente, pero es que no siempre hay algo interesante que contar. Es más, hay días completamente grises y anodinos, aunque ya no pienso en ellos como días en los que no merezca la pena levantarse. Debe ser que me voy acostumbrando, o rindiendo quizás, pero el caso es que esto se me va haciendo más o menos llevadero. Además, empiezo a hacer vida social cada vez más normal y por mi cuenta, lo cual ayuda mucho. Por ejemplo, el lunes quedé con una de mis parejas tándem en su casa, y estuvimos charlando animadamente mientras tomábamos una copa de vino. El caso es que me he dado cuenta de que un poquitín de alcohol, sólo un poco, ayuda a relajarse y facilita la comunicación. En fin, que a ver si repito la experiencia pronto y, en cualquier caso, sigo soltándome socialmente yo sola.

jueves, 6 de noviembre de 2008

Jueves

Hoy es Jueves pero aún no ha sucedido nada emocionante por aquí. Sin embargo, esta inactividad no se ha convertido en ataraxia. Paradójicamente, cuanto menor es el estímulo exterior, mayor es mi actividad mental. Algo pasa aquí dentro; es algo raro que hacía mucho tiempo que no pasaba y, desde luego, nunca había pasado así. Es como pasar de ser espectadora a ser actuante. Estoy empezando a tomar decisiones, a cortar ataduras, de alguna manera, a pensar con nitidez. Creo que antes los árboles no me dejaban ver el bosque. Ahora que vivo en un bosque miro hacia afuera y empiezo a ver con claridad

domingo, 2 de noviembre de 2008

Sábado y domingo

El sábado fue como para olvidar; todo el día en mi celda particular. Por otro lado, hoy ha ido mejor. Por la mañana salí a tomar un café con una amiga y fuimos a un mercadillo. Después de comer me fui a por el periódico y paseé un rato sola por el centro. Nada más llegar a casa me llamó un amigo y salí a tomar un café con él . Lo cierto es que me alegró el día.
Espero no tener más dias como este sábado; los días así no merecen la pena.